Por desgracia, los checos no tienen la suerte de tener mar propio; para quienes se sienten atraídos por el surf, eso duele. No podemos simplemente subir al coche y, en veinte minutos, estar en la playa con la tabla frente a un mar bravo. Por eso cruzamos la frontera hacia países como Francia, Portugal, Sri Lanka, Australia y otros.
Por suerte, el ser humano es ingenioso y sabe encontrar maneras de suplir lo que le falta. Gracias a ello, el surf es posible incluso en nuestro país. Hablemos del indoor surfing (surf de interior).

Sabemos que no es una novedad ardiente, pero aún hay personas que no han oído hablar del indoor surfing. Algunas sueñan con probar el surf, pero no se atreven a meterse directamente en el mar. Otras, en cambio, no tienen miedo, pero antes de aprender siquiera lo básico, se les acaba la vacaciones y no vuelven a tener oportunidad hasta un año después. Eso frustra, y da la sensación de haber malgastado un tiempo valioso chapoteando en el agua en vez de surfear.
El indoor surfing puede resolver ese problema. Aprenderás los fundamentos con la ayuda de un instructor y, en tus próximas vacaciones, te desenvolverás mucho mejor sobre la tabla.

¿Sabías que en los Juegos Olímpicos de 2020 el surf apareció por primera vez como deporte oficial?
¿Qué es el indoor surfing?
No todo el mundo domina el inglés; podríamos llamarlo “surf de interior”, aunque indoor surfing suena mejor. En pocas palabras, surfeas bajo techo en un simulador que reproduce el oleaje del mar. Tal vez te resulte más familiar el término “ola artificial”. A continuación explicamos de qué va.
La primera sesión de surf en ola artificial tuvo lugar en Texas (EE. UU.) en 1991, y desde entonces han surgido cientos de recintos en todo el mundo donde puedes probar el indoor surfing. Gracias a su fácil acceso y seguridad, el indoor surfing no deja de ganar popularidad, y hay quien incluso lo prefiere al mar.
Indoor surfing: ¿cómo funciona? Primero, necesitas una “ola artificial”
Existen varias tecnologías para crear olas. Si hablamos de las diseñadas para generar olas de indoor surfing, en la República Checa la más común es el simulador FlowRider. En él, un chorro de agua se impulsa hacia arriba por una “pista” inclinada cuya forma imita la de una ola. Debajo hay un depósito, potentes bombas y el resto de la tecnología necesaria. El volumen de agua puede alcanzar hasta 300 metros cúbicos.
Otro método utiliza una piscina especial en la que las bombas empujan el agua a gran velocidad sobre un obstáculo colocado en el fondo. El flujo se rompe y así se forman las olas. La conocida tecnología estadounidense de indoor surfing SurfStream incluso emplea obstáculos móviles de distintos tamaños y curvaturas para generar diferentes tipos de ola.

Probablemente el surf fue inventado por los pueblos originarios de Hawái. Sigue profundamente arraigado en la sociedad hawaiana, su religión y toda la mitología polinesia.
El indoor surfing suena a pura diversión
Lo es, sin duda. ¡Y tiene sus ventajas!
- Es más seguro que surfear en el océano.
- No tienes que esperar la ola; siempre está ahí.
- Para principiantes es ideal que el instructor esté a tu lado en la ola artificial.
- Independencia del tiempo: puedes practicarlo cuando quieras.
- No solo enseña la base, también trucos avanzados con los que luego podrás lucirte en el mar.
- En la ola artificial tus amigos o familia pueden verte o grabarte cómodamente; en muchos simuladores pueden ir varios surfistas a la vez.
- Relacionado con la ventaja #1: no hay tiburones ni pinchazos de mantarrayas; la ola artificial no es su hábitat. ;-)
Surfear en ola artificial no será tan fácil…
…pero tampoco es difícil, y te vas a divertir desde el primer día. No necesitas dominar trucos espectaculares de inmediato; eso llega con el tiempo. Puede que descubras que te gusta simplemente deslizarte boca abajo. De hecho, así suele empezar el indoor surfing: se llama bodyboarding.
Hay muchísimos bodyboarders y hasta escriben artículos defendiendo por qué deslizarse tumbado es mejor que de pie. Usan tablas propias, los bodyboards, más cortos que las tablas de surf tradicionales. También puedes ir de rodillas o sentado. El bodyboarding es perfecto para quienes sienten algo de respeto por el indoor surfing y quieren aclimatarse primero: al entorno, al agua que fluye rápido bajo ti, etc.

¡Indoor surfing para cada hogar!
Nosotros también lo firmamos. Aunque, para montar una ola artificial en casa, habría que ser millonario. Así que lo mejor es visitar centros que ofrecen indoor surfing. Al final es hasta preferible: tener tu propio simulador trae complicaciones, ¡y tú lo que quieres es divertirte!

Los surfistas profesionales también utilizan el indoor surfing para entrenar.
El indoor surfing puede entretener a toda la familia o a un buen grupo de amigos. Incluso si no planeas surfear en mar abierto, te recomendamos probarlo al menos una vez. Lo más probable es que no te quedes en una sola sesión y que hasta encuentres un nuevo hobby. Y quién sabe, quizá en ti o en tu hijo duerma un talento que solo espera ser descubierto.