La palabra masaje proviene del griego “massō”, que significa “sujetar, tocar, trabajar con las manos”. Hay evidencias arqueológicas de masajes que datan del año 2330 a.C. y que atraviesan civilizaciones antiguas como China, India, Japón, Corea, Egipto, Roma, Grecia y Mesopotamia. Los masajes clásicos ayudan a aliviar el dolor, liberar tensiones, mejorar la circulación sanguínea, tratar músculos rígidos y articulaciones doloridas, además de promover la relajación y el equilibrio mental.

Si ya has probado el masaje chino o el masaje tailandés y te apetece experimentar algo nuevo y diferente, te traemos algunas ideas. ¡Descúbrelas con nosotros!

Masaje de aromaterapia

Este masaje utiliza diferentes tipos de aceites esenciales. Antes de comenzar, se elige una o dos esencias que se mezclan con un aceite base. Al ser solubles en grasas, los aceites esenciales se absorben fácilmente a través de la piel.

Se caracteriza por movimientos lentos y suaves, con efectos positivos en el sistema nervioso. La sesión suele durar entre 30 y 90 minutos. La aromaterapia reduce la presión arterial, libera la tensión muscular, combate el estrés, estimula la circulación sanguínea y linfática, y mejora el estado de la piel. Sin embargo, no es recomendable en casos de gripe, inflamaciones, quemaduras o hinchazón. Es una forma muy agradable de relajarse tanto física como mentalmente.

Masaje con piedras calientes

Este masaje aprovecha las propiedades de las piedras volcánicas. Se utilizan piedras lisas, planas y calientes que se colocan en puntos clave del cuerpo. Estas piedras suelen importarse desde el sudeste asiático, China, las islas Hawái e India.

Antes del masaje, las piedras se calientan en agua a una temperatura de 52-54°C. Una vez calientes, se colocan en zonas específicas del cuerpo (espalda, brazos) y luego se usan para masajear los músculos rígidos.

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Masaje con miel

Los efectos curativos y beneficiosos de la miel son conocidos desde hace miles de años. Gracias a sus potentes propiedades y las técnicas de masaje por compresión adecuadas, se limpian los poros obstruidos y se estimula la circulación de la piel.

El masaje con miel se realiza principalmente en la espalda, ya que es una zona rica en puntos reflejos que ayudan a eliminar toxinas del cuerpo. Este masaje es ideal para tratamientos depurativos de primavera, estados de fatiga o enfermedades crónicas y modernas. No se recomienda para mujeres embarazadas y es importante tener precaución ante posibles alergias a la miel.

Masaje de chocolate

El chocolate es rico en antioxidantes, combate la celulitis, hidrata, suaviza y embellece la piel, estimula la microcirculación y tiene efectos positivos en el funcionamiento del corazón.

Además, elimina las células muertas de la piel, dejándola suave y sedosa. La envoltura de chocolate se aplica por todo el cuerpo y la sesión suele durar entre 60 y 75 minutos.

Existen muchos otros tipos de masajes interesantes que exploraremos juntos en otra ocasión. ¿Habías oído hablar, por ejemplo, del masaje de cerveza o del masaje con pétalos de rosa?

Todos los tipos de masajes

  • Masaje terapéutico clásico
  • Masaje de relajación y regeneración
  • Drenaje linfático manual
  • Masaje reflexológico
  • Masaje con ventosas (terapia de vacío)
  • Masaje para embarazadas
  • Masaje posparto
  • Masaje ayurvédico
  • Masaje anticelulítico
  • Masaje antimigrañas
  • Masaje de aromaterapia
  • Masaje Breuss
  • Masaje chino
  • Masaje de chocolate
  • Método Dorn
  • Masaje hawaiano lomi lomi
  • Masaje holístico
  • Masaje indio de cabeza
  • Masaje para bebés y niños pequeños
  • Masaje con piedras calientes
  • Masaje shiatsu
  • Masaje con miel
  • Masaje de rehabilitación
  • Masaje deportivo
  • Masaje tántrico
  • Terapia con vendajes (kinesiotaping)
  • Masajes tailandeses